CAMBIOS DEMOGRÁGICOS. NOS HACEMOS MÁS VIEJOS... ¿DÓNDE ESTÁ LA SOLUCIÓN?
El número de personas de 60
años o más está creciendo más rápido que el de todos los demás grupos de edad.
Entre 1950 y 2050 se espera que aumente de 200 a 2.000 millones de
personas. La mayoría de países industrializados ha experimentado una drástica reducción
de la edad media de jubilación. El aumento de la esperanza de vida y la mejora
de la salud no se han visto acompañados de una actividad laboral más duradera.
Como consecuencia, estos países se enfrentarían a graves problemas en cuanto a
la viabilidad de los sistemas de seguridad social, por lo que se está haciendo
todo lo posible para evitar el colapso, con las reformas propuestas en varios
países, entre ellos, España.
La primera de las grandes causas es que la
gente en todas partes vive mejor y más tiempo que antes. Esta tendencia empezó
con la revolución industrial y ha ido en aumento. En 1900 el promedio de
expectativa de vida al nacer para el mundo como un todo, era solamente cerca de
30 años y en los países “ricos” por debajo de los 50. Las cifras ahora, según
los datos ofrecidos en la unidad, son más que elocuentes.
La segunda y más grande de las causas del envejecimiento de las sociedades, es la baja natalidad, por lo tanto los grupos de gente joven son mucho más pequeños como para contrapesar el creciente número de gente mayor.
A principios de 1970 las mujeres en todo el mundo, en promedio, tenían 4,3 hijos cada una. El actual promedio mundial es 2,6 y en los países ricos solamente 1,6.
La mayoría de los países en desarrollo no se tiene que preocupar acerca de envejecer, todavía. Aunque las tasas de natalidad han descendido, la población es aún joven y permanecerá así por unas décadas más.
La segunda y más grande de las causas del envejecimiento de las sociedades, es la baja natalidad, por lo tanto los grupos de gente joven son mucho más pequeños como para contrapesar el creciente número de gente mayor.
A principios de 1970 las mujeres en todo el mundo, en promedio, tenían 4,3 hijos cada una. El actual promedio mundial es 2,6 y en los países ricos solamente 1,6.
La mayoría de los países en desarrollo no se tiene que preocupar acerca de envejecer, todavía. Aunque las tasas de natalidad han descendido, la población es aún joven y permanecerá así por unas décadas más.
Lo que está pasando con la población española es que se ha sumado
tarde al creciente club de los países “modernos”, pero muy deprisa.
La pirámide española
seguirá envejeciendo, porque los mayores vivirán todavía más y en mejor salud.
La inmigración no será un remedio para ello.
Por otro lado, aunque sea cíclica, habrá una
intensa inmigración. Los países menos desarrollados todavía seguirán creciendo
rápidamente en las próximas décadas, y debido a las dificultades para ocupar a
sus nuevas generaciones, seguirán enviándolas a los países receptores.
Las mujeres autóctonas seguirán
consolidando su apuesta por la vida laboral continuada, con todos los cambios
que ello implica en las relaciones sociales, familiares y de pareja.
Sin embargo, son los aspectos
financieros, políticos, productivos y laborales son los que verdaderamente
influyen y hacen peligrar las pensiones, el futuro de la familia o la
emancipación juvenil. ¿Dónde está la salida?