miércoles, 11 de noviembre de 2015

Cambios demográficos y lo que nos espera...

CAMBIOS DEMOGRÁGICOS. NOS HACEMOS MÁS VIEJOS... ¿DÓNDE ESTÁ LA SOLUCIÓN?




 El número de personas de 60 años o más está creciendo más rápido que el de todos los demás grupos de edad. Entre 1950 y 2050 se espera que aumente de 200 a 2.000 millones de personas. La mayoría de países industrializados ha experimentado una drástica reducción de la edad media de jubilación. El aumento de la esperanza de vida y la mejora de la salud no se han visto acompañados de una actividad laboral más duradera. Como consecuencia, estos países se enfrentarían a graves problemas en cuanto a la viabilidad de los sistemas de seguridad social, por lo que se está haciendo todo lo posible para evitar el colapso, con las reformas propuestas en varios países, entre ellos, España.
 La primera de las grandes causas es que la gente en todas partes vive mejor y más tiempo que antes. Esta tendencia empezó con la revolución industrial y ha ido en aumento. En 1900 el promedio de expectativa de vida al nacer para el mundo como un todo, era solamente cerca de 30 años y en los países “ricos” por debajo de los 50. Las cifras ahora, según los datos ofrecidos en la unidad, son más que elocuentes.
  La segunda y más grande de las causas del envejecimiento de las sociedades, es la baja natalidad, por lo tanto los grupos de gente joven son mucho más pequeños como para contrapesar el creciente número de gente mayor. 

A principios de 1970 las mujeres en todo el mundo, en promedio, tenían 4,3 hijos cada una. El actual promedio mundial es 2,6 y en los países ricos solamente 1,6.
  La mayoría de los países en desarrollo no se tiene que preocupar acerca de envejecer, todavía. Aunque las tasas de natalidad han descendido, la población es aún joven y permanecerá así por unas décadas más.
Lo que está pasando con la población española es que se ha sumado tarde al creciente club de los países “modernos”, pero muy deprisa.
La pirámide española seguirá envejeciendo, porque los mayores vivirán todavía más y en mejor salud. La inmigración no será un remedio para ello.
  Por otro lado, aunque sea cíclica, habrá una intensa inmigración. Los países menos desarrollados todavía seguirán creciendo rápidamente en las próximas décadas, y debido a las dificultades para ocupar a sus nuevas generaciones, seguirán enviándolas a los países receptores.
  Las mujeres autóctonas seguirán consolidando su apuesta por la vida laboral continuada, con todos los cambios que ello implica en las relaciones sociales, familiares y de pareja.

 Sin embargo, son los aspectos financieros, políticos, productivos y laborales son los que verdaderamente influyen y hacen peligrar las pensiones, el futuro de la familia o la emancipación juvenil. ¿Dónde está la salida?